jueves, 3 de marzo de 2011

Desigualdades

María Ilundain, alumna del colegio Nuestra Señora del Huerto, ha escrito esta redacción sobre la diferencia entre un país rico y uno tercermundista.
Este texto nos hace reflexionar y valorar el lugar en el que vivimos, además de mostrarnos las injusticias que viven millones de personas, por causas que podrían evitarse...


En un país rico pasaría lo siguiente:
Juan tiene 23 años y trabaja en un banco. Hoy después de desayunar lo que le ha apetecido, ha cogido su coche y se ha ido a trabajar. Ahí después de haber saludado a sus compañeros y compañeras se ha puesto a trabajar. Hacia las doce después de tomar el café, le ha empezado a doler el estómago y se ha ido a casa y nada más llegar su mujer le ha llevado al hospital de la ciudad.
Ahí los médicos y enfermeras le han diagnosticado apendicitis después de haberle hecho unas completas pruebas. Juan ni siquiera se ha inmutado. Le han llevado a su habitación, la 345 que está limpia, ordenada y tiene una fantástica tele. Ahora descansa tranquilamente en la habitación, todo ha ido perfecto.
Cuatro días más tarde se le da el alta y el chico vuelve a su casa después de que los médicos se aseguraran de que todo había salido perfectamente.

Y esto es lo que pasaría en un país pobre:
Xana se ha levantado a las cinco de la mañana para dar de comer a su raquítica vaca y a su enferma oveja. Tiene 26 años, 5 hijos y es viuda. No puede trabajar porque es mujer y apenas tiene para comer.
Su “casa” es una chabola medio derruida que con sus hijos trata de mantenerla en pie. Duerme en el suelo, encima de unas esterillas sucias y rotas.
Después de haber ido al poblado a vender la poca leche de su vaca se ha empezado a sentir mal y se ha ido a lo que llama casa.
Sus hijos han llamado al chaman del pueblo para que vea a su madre.
Este ha llegado, le ha mirado y le ha dicho que lo que tenia era un espíritu maligno, pero que nada, que ya se le ira.
En realidad, Xana tiene apendicitis. La diferencia es que donde vive ella no hay nadie que le pueda ayudar.
En unas horas morirá, dejando huérfanos a cinco pequeños.

Así es la desigualdad en la sanidad de los países ricos y pobres.

María Ilundain. 3º ESO B.

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